Finanzas para jóvenes / Analogías
Aguascalientes, Julio 25 (2024).- En varios libros de finanzas personales he leído una y otra vez una máxima con la que abro esta columna, puede resultar contradictoria o incluso desconectada de las creencias tradicionales, y es que, en realidad, el dinero tiene más un componente psicológico y emocional, que financiero. Esta declaración la saben muy bien las empresas, quienes emplean todos sus esfuerzos en mantenernos consumiendo sus bienes o servicios de forma repetida, quienes nos presentan un producto como “la solución”, “la necesidad”, o “la felicidad” para nosotros.
Es increíble el tiempo que pasamos en el trabajo, ese lugar en el que ganamos dinero, para posteriormente diluirlo en compras innecesarias, en búsqueda de lo que creemos nos hará sentirnos mejor, nos dará cierto prestigio, o incluso, encajar en cierto entorno social. En suma, concluyen los expertos, no es mejor el que más tiene, sino el que menos necesita. En un mundo globalizado consumista, en el que las marcas gritan todo el tiempo, desde la ropa, los accesorios, a los complementos digitales, como audífonos, y teléfonos móviles, es preciso percatarse de que no todo lo caro es bueno, aunque goce de prestigio. El valor, a todo bien o servicio, se lo deberían otorgar los consumidores, no los anunciantes.
Si pudiera aconsejar a mi yo en su adolescencia, a ese joven que buscaba en las compras llenar vacíos, sin duda, le compartiría este artículo. Desafortunadamente eso no es posible para mí, ya que tuve que aprender a topes y raspones. Pero tú, joven, si puedes aprender algo en este día, conocimientos que te harán un mejor ser, al menos en cuanto a finanzas personales se refiere.
Los jóvenes se enfrentas a muchos retos en la actualidad. En las aulas no se tienen en cuenta asignaturas de relevancia como la administración de las finanzas personales. Aunado a lo anterior, dicho sector de la población desconoce el funcionamiento del sistema financiero y las oportunidades que ofrece. En algunos casos, podemos mencionar también, que las autoridades fiscales imponen respeto sino miedo en quienes están en la pubertad, quedando en la informalidad si desempeñan alguna actividad económica. Dentro de las creencias introyectadas está el aseverar que sólo los ricos pueden invertir, que el juego del ganar en el sector financiero es para grandes capitales, siendo que en la actualidad, cualquier persona con un mínimo de 100 pesos ya puede poner a trabajar su dinero. Y qué decir de las redes sociales, ese canal mediático en el que los jóvenes pasan más tiempo de una jornada laboral, en donde se nos muestran caras felices, viajeros trotamundos, exitosos multimillonarios, un escaparate virtual que puede llegar a generar insatisfacción, comparación, depresión, entre otros padecimientos. Las adicciones y todas sus variantes (alcohol, tabaco, drogas, apuestas, compras compulsivas, etc.), un gran lastre que no aporta más que botes de “felicidad”, pero con el tiempo, resta más de lo que da. Cierro con lo que me parece lo más perjudicial de todo, la deuda al consumo, aquel deporte que se basa en el principio “el que nada debe nada tiene”, que no sabe de esperas, que asevera que todo es posible, aunque se deba y esto comprometa una gran cantidad de dinero, tiempo y estrés en el camino.
Muchachos, la jubilación no está garantizada, el gobierno no se va a hacer cargo de ti en tu última etapa de vida. Es menester de cada quien el ir haciendo un guardado, de construir un patrimonio para la edad dorada. Cuanto antes comiences a entender lo anterior, tanto mejor para tu yo futuro. Deja de creer en los esquemas piramidales, en las inversiones en cripto activos, y modas como los NFT´s, que prometen rendimientos de dos dígitos mensuales. No quieras enriquecerte rápidamente, en el mundo real ni los grandes inversionistas lo llegan a conseguir. Más vale paso que aguante que trote que canse, es decir, sé consistente, sé metódico y llegarás.
El secreto no sólo es contener el consumo, también incluye el ahorro periódico. Desafortunadamente no basta con separar una cantidad cada mes, puesto que el efecto inflación se llevará su poder adquisitivo con los años. Para conservar y crecer el fruto de tu esfuerzo, es preciso invertir.
Antes de mencionarte los canales de inversión, permíteme hablarte de los tipos de ingresos que existen a continuación:
Ganado: Más común. Dinero hecho en un trabajo.
Beneficio: Dinero hecho al vender un producto o un servicio por una ganancia.
Interés: Se consigue al prestar dinero a otros, típicamente a través de una cuenta de ahorro.
Renta: Mediante el alquiler de un bien raíz del que eres dueño.
Ganancia de capital: Cuando vendes activos como acciones por más de como los compraste.
Dividendo: Algunas compañías comparten sus ganancias al pagar un dividendo a sus accionistas.
Regalía: Al ser propietario o tener licencia de una propiedad intelectual, como patentes o derechos de autor.
Como te puedes dar cuenta, no todos los ingresos provienen del trabajo, aunque es el método tradicional por excelencia. Existen fuentes de ingresos que provienen de la canalización de recursos en las inversiones. Al final, no se trata de trabajar más sino de hacerlo con más eficacia.
Es precisamente esta última idea la que me lleva a menciona que existe el ingreso pasivo, consiste en recibir sin hacer casi nada para ello. Como si plantaras una semilla y esperaras a que germine con el tiempo. Todo inversionista profesional sabe que sus ingresos deben trabajar para él, que existen mecanismos financieros que permiten que la riqueza se mantenga, crezca y se asegure.
Dentro de los ingresos pasivos tenemos los siguientes:
Sofipos: Sociedades Financieras Populares. Seguro IPAB por 25,000 udis o 203,500 aproximadamente. Exento de pago de ISR por 5 UMAs, unos 198,000 pesos. Fijo: 10 al 17%.
Cetes: Certificados de la Tesorería de la Federación. Seguro IPAB por 400,000 udis o 3,250,000 aproximadamente. Fijo: 10 al 11%.
Crowdfunding: Financiación Colectiva, en la cual individuos o empresas obtienen dinero a través de personas en plataformas dedicadas. Fijo: 13 al 22%.
Fondos de inversión: Alternativa de inversión administrada por expertos, forma un portafolio integrado por valores (bonos, acciones) con el objetivo de generar rendimientos atractivos a inversionistas. Variable.
Acciones / ETF´S: Participaciones en empresas públicas que cotizan en la bolsa de valores. Se adquieren esperando una plusvalía en su cotización y/o por la distribución de dividendos en las ganancias de las emisoras. Variable.
Bienes raíces: Terrenos, casas, oficinas, naves industriales. Variable.
Te presento esta información, no para agobiarte, sino para darte curiosidad, para crear interés en ti. No intento que te vuelvas un profesional con sólo leer este artículo, más bien que te informes a detalle en los temas de tu interés. Ya lo decía el oráculo de Omaha, Warren Buffett, la mayor inversión que puedes hacer es en ti mismo.